Contaminación de la atmósfera significa la presencia de sustancias extrañas a la composición habitual del aire, en un lugar y durante un cierto período de tiempo determinados; estas sustancias pueden ser perjudiciales para el desarrollo normal de la vida vegetal, animal y humana.
Contaminación natural del aire
Bajo condiciones naturales, el aire puede contaminarse debido a fenómenos naturales, como:
Erupciones volcánicas: constituyen una de las principales causas naturales de contaminación del aire. Los materiales que son expelidos a la atmósfera durante la erupción, pueden ser gaseosos, líquidos y/o sólidos.
Entre los productos gaseosos arrojados, los más importantes son el hidrógeno, el dióxido de carbono, el metano, y diversos gases que contienen azufre, cloro y flúor.
También son lanzadas grandes cantidades de vapor de agua que, al condensarse, originan precipitaciones que se mezclan con los demás gases y se distribuyen sobre el suelo. Esta agua de lluvia, altamente contaminada, arrasa con toda la vegetación existente y deja estériles los suelos.
Los materiales líquidos, que alcanzan temperaturas hasta de 1.500° C, corresponden a productos sólidos en estado de fusión y reciben el nombre de lava. La lava desciende por laderas y valles formando verdaderos ríos que se solidifican en su recorrido. Entre los materiales sólidos expulsados durante la erupción, destacan las grandes cantidades de cenizas que se esparcen por el aire y que cubren importantes extensiones de suelo, con lo cual dañan seriamente los cultivos y la vegetación en general.
Corrientes de vientos: diseminan en el aire diversos tipos de materiales. Las tormentas, por ejemplo, movilizan grandes cantidades de polvo que se mantiene suspendido en el aire. Con la llegada de la primavera, la atmósfera se convierte en un medio de transporte de polen, semillas y esporas que, en algunas ocasiones, producen afecciones alérgicas.
Incendios forestales que se producen en forma natural: son otra causa de contaminación del aire, especialmente por las altas concentraciones de monóxido y dióxido de carbono, humo, polvo y cenizas.
Contaminación artificial del aire
Anualmente, miles de millones de toneladas de contaminantes son liberados a la atmósfera como subproducto de las actividades industriales y domésticas, del funcionamiento de vehículos, sistemas de calefacción o de otras fuentes, todo lo cual causa un impacto negativo en el medio ambiente.
Se distinguen dos niveles de contaminación artificial del aire:
Contaminación primaria
Es aquélla que altera la composición de la atmósfera desde fuentes directas, como las industrias, los hogares y el transporte. Este tipo de contaminación se produce por los procesos de combustión del carbón, de la madera, del gas metano y de derivados del petróleo, como la bencina y la parafina, en que se liberan gases y pequeñas partículas sólidas que se mezclan con los gases atmosféricos.
En las grandes ciudades, el transporte, especialmente la locomoción colectiva con motores Diesel, produce gran parte de las partículas de polvo respirables, en una proporción que supera habitualmente los índices permitidos.
Cuando se logra una combustión perfecta, el combustible reacciona completamente con el oxígeno del aire para producir dióxido de carbono gaseoso, vapor de agua, calor y luz. No obstante, las temperaturas demasiado altas o bajas en que ocurren las combustiones, la cantidad de oxígeno presente y las impurezas propias de los combustibles, son los causantes de la formación de subproductos no deseados, tales como el monóxido de carbono (CO), óxidos de azufre (SOX), óxidos de nitrógeno (NOx), hidrocarburos parcialmente quemados (HC) y partículas sólidas, todos ellos contaminantes del aire.
En Chile, erupción del volcán Chaitén. |
Contaminación natural del aire
Bajo condiciones naturales, el aire puede contaminarse debido a fenómenos naturales, como:
Erupciones volcánicas: constituyen una de las principales causas naturales de contaminación del aire. Los materiales que son expelidos a la atmósfera durante la erupción, pueden ser gaseosos, líquidos y/o sólidos.
Entre los productos gaseosos arrojados, los más importantes son el hidrógeno, el dióxido de carbono, el metano, y diversos gases que contienen azufre, cloro y flúor.
También son lanzadas grandes cantidades de vapor de agua que, al condensarse, originan precipitaciones que se mezclan con los demás gases y se distribuyen sobre el suelo. Esta agua de lluvia, altamente contaminada, arrasa con toda la vegetación existente y deja estériles los suelos.
Los materiales líquidos, que alcanzan temperaturas hasta de 1.500° C, corresponden a productos sólidos en estado de fusión y reciben el nombre de lava. La lava desciende por laderas y valles formando verdaderos ríos que se solidifican en su recorrido. Entre los materiales sólidos expulsados durante la erupción, destacan las grandes cantidades de cenizas que se esparcen por el aire y que cubren importantes extensiones de suelo, con lo cual dañan seriamente los cultivos y la vegetación en general.
Corrientes de vientos: diseminan en el aire diversos tipos de materiales. Las tormentas, por ejemplo, movilizan grandes cantidades de polvo que se mantiene suspendido en el aire. Con la llegada de la primavera, la atmósfera se convierte en un medio de transporte de polen, semillas y esporas que, en algunas ocasiones, producen afecciones alérgicas.
Incendios forestales: grave problema. |
Incendios forestales que se producen en forma natural: son otra causa de contaminación del aire, especialmente por las altas concentraciones de monóxido y dióxido de carbono, humo, polvo y cenizas.
Contaminación artificial del aire
Anualmente, miles de millones de toneladas de contaminantes son liberados a la atmósfera como subproducto de las actividades industriales y domésticas, del funcionamiento de vehículos, sistemas de calefacción o de otras fuentes, todo lo cual causa un impacto negativo en el medio ambiente.
Se distinguen dos niveles de contaminación artificial del aire:
Contaminación primaria
Es aquélla que altera la composición de la atmósfera desde fuentes directas, como las industrias, los hogares y el transporte. Este tipo de contaminación se produce por los procesos de combustión del carbón, de la madera, del gas metano y de derivados del petróleo, como la bencina y la parafina, en que se liberan gases y pequeñas partículas sólidas que se mezclan con los gases atmosféricos.
En las grandes ciudades, el transporte, especialmente la locomoción colectiva con motores Diesel, produce gran parte de las partículas de polvo respirables, en una proporción que supera habitualmente los índices permitidos.
Cuando se logra una combustión perfecta, el combustible reacciona completamente con el oxígeno del aire para producir dióxido de carbono gaseoso, vapor de agua, calor y luz. No obstante, las temperaturas demasiado altas o bajas en que ocurren las combustiones, la cantidad de oxígeno presente y las impurezas propias de los combustibles, son los causantes de la formación de subproductos no deseados, tales como el monóxido de carbono (CO), óxidos de azufre (SOX), óxidos de nitrógeno (NOx), hidrocarburos parcialmente quemados (HC) y partículas sólidas, todos ellos contaminantes del aire.
Contaminación primaria. |
Actualmente la cantidad de contaminantes que son liberados a la atmósfera, especialmente en las grandes ciudades, excede su capacidad de autopurificación. Esta realidad es aún más crítica si consideramos el rápido aumento de la población humana y el alto grado de industrialización de las urbes.
El efecto invernadero es el aumento en la temperatura promedio de la superficie de la Tierra y en la parte más baja de la atmósfera. Éste se produce por la dificultad de expandirse el calor en forma natural hacia las esferas más altas debido a una capa de gases contaminantes que lo impide, formando una barrera que hace de techo a la normal expansión del calor. Esa misma barrera de aire contaminado, impide también que el calor del Sol se irradie hacia la Tierra, con lo cual se forma otra capa de aire a mayor temperatura sobre la barrera fría de gases contaminantes, es decir, se produce la llamada inversión térmica de las capas de aire.
Entre los gases de invernadero, el más importante es el dióxido de carbono. El nivel de este gas en la atmósfera ha aumentado ya en veinticvinco por ciento desde la Revolución Industrial y se espera que aumente otro 30% más en los próximos 50 años, lo que provocará un mayor aumento de la temperatura de la superficie terrestre. El efecto más importante de los gases de invernadero es el cambio climático global del planeta.
La lluvia ácida es un tercer tipo de contaminación secundaria. Corresponde a la presencia de ácidos en las precipitaciones, como producto de la reacción entre los óxidos de azufre y de nitrógeno contaminantes con el agua de lluvia. El deterioro de la capa de ozono es también el resultado de la transformación de los contaminantes en el aire.
El ozono se forma naturalmente en las capas altas de la atmósfera y protege al planeta de la acción directa del Sol. Debido a un proceso natural de destrucción y regeneración, su concentración se mantiene constante en circunstancias normales.
Sin embargo, los clorofluorocarbonos (CFCS) que se utilizan como propulsantes en aerosoles y en la tecnología de la refrigeración, y las otras sustancias químicas presentes en la atmósfera, aceleran el proceso de descomposición del ozono y dificultan su regeneración.
Efectos de la contaminación del aire
Hasta hace pocos años, los efectos de la contaminación del aire sobre el medio ambiente y la salud se consideraban menos importantes que la contaminación del agua o del suelo. En el mundo de hoy, en cambio, la preocupación y el apoyo a investigaciones sobre la contaminación del aire son prioridades ineludibles.
Entre los gases de invernadero, el más importante es el dióxido de carbono. El nivel de este gas en la atmósfera ha aumentado ya en veinticvinco por ciento desde la Revolución Industrial y se espera que aumente otro 30% más en los próximos 50 años, lo que provocará un mayor aumento de la temperatura de la superficie terrestre. El efecto más importante de los gases de invernadero es el cambio climático global del planeta.
La lluvia ácida es un tercer tipo de contaminación secundaria. Corresponde a la presencia de ácidos en las precipitaciones, como producto de la reacción entre los óxidos de azufre y de nitrógeno contaminantes con el agua de lluvia. El deterioro de la capa de ozono es también el resultado de la transformación de los contaminantes en el aire.
Otro foco de contaminación primaria. |
El ozono se forma naturalmente en las capas altas de la atmósfera y protege al planeta de la acción directa del Sol. Debido a un proceso natural de destrucción y regeneración, su concentración se mantiene constante en circunstancias normales.
Sin embargo, los clorofluorocarbonos (CFCS) que se utilizan como propulsantes en aerosoles y en la tecnología de la refrigeración, y las otras sustancias químicas presentes en la atmósfera, aceleran el proceso de descomposición del ozono y dificultan su regeneración.
Efectos de la contaminación del aire
Hasta hace pocos años, los efectos de la contaminación del aire sobre el medio ambiente y la salud se consideraban menos importantes que la contaminación del agua o del suelo. En el mundo de hoy, en cambio, la preocupación y el apoyo a investigaciones sobre la contaminación del aire son prioridades ineludibles.
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